El Río Helado

-Eres todo un genio-le dije cuando lo escuche responder, luego sonrei cuando me pregunto mi edad-19...¿y tu?-le devolvi la pregunta mientras seguia patianando gracilmente a su alrededor.

-18, soy menor.
Sonrío, patino sin gracia.
-Toda mi vida, fueron los libros de mi abuelo. No conozco más. Algo de historia, un poco de todo. Si quieres, te enseño. ¿Te suena...Miguel Angel?

-¿El pintor?-pregunto en un susurro algo apenada, no queria quedar como una verdadera idota. Le sonrio al chico esperando que la corrigiera.

-Su nombre completo era Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni.
La miro, divertido.
-Un trabalenguas. Me presento, soy William di Lodovico. Sino lo recuerdas, agrega el Buonarroti Simoni.

-Oh, es pariente tuyo-le dije con una sonrisa, esperaba no equivocarme o seria una verguanza aun mayor-Tendras que tener paciencia conmigo si quieres enseñarme ese tipo de cosas-sonrei divertida.

-La tendré. Tu la tuviste para patinar.
Sigo patinando, sin caerme.
-Pero me gusta la historia, a las pinturas aburridas. Con que 19 años ¿de dónde vienes?

Le sonrei-De un pequeño pueblo al sur de Londres, creo que nisiquiera esta en el mapa-le digo riendome mientras trataba de saltar fracasando claramente cayendo al suelo estrepitosamente.

Patino rápido hasta ella, la levanto sin soltarla.
-¿Te encuentras bien? Necesitas un pasatiempo mas saludable.
Sonrío.

-Estoy bien-le digo tomando sus manos para poder levantarme sin problemas, pero volvi a tropezar esta vez cayendo los dos al suelo. Observe al chico que habia quedado bajo de mi-Mira, si me serviste como colchón-lo molesto mientras intentaba levantarme aunque cada vez me volvia caer. Al final me tire en la pista recostada.

Piero estabilidad y caigo con Bee. Cuando intentamos pararnos vuelve a caer sobre mi.
-Como pesas.
Río ante sus intentos hasta que queda a mi lado tirada. Estiro un brazo, para que apoye en el su cabeza.
-Somos un par de inútiles. No sabemos ni patinar. Tu no sabes ni mantenerte de pie.

Apoyo mi cabeza en su brazo-¡Hey! que solo me has pillado en un mal dia-le respondo sonriendo.-¿Y tu de donde eres?-los dos habiamos quedado tirados ahi ne medio de la pista de hielo, solo nos quedaba pasar el rato y despues salir arrastrandonos o como fuera.

-Soy Italiano. Pero por suerte, no heredé la nariz.
Río
-¿Hice malo tu día? Ni para manteenr un día estable sirvo.
Bromeo.
-¿Algún plan para salir de aquí?
Preguntaba por cortesía. Pero estaba muy comodo con Bee sobre su brazo.

-No...quedemosnos un rato mas ¿si?-le pregunte imitando la voz de una niña, mire el cielo, se estaba oscureciendo, el sol se escondia-¿No te encanta mirar el cielo y ver lo pequeños que somo en comparacion con el?

-Me gusta la noche. Sin la oscuridad, no verías las estrellas.
Río con su voz.
-¿También puedes imitar a un borracho? Si tu quieres...¿Tienes frío?
La miro preocupado.

-No...juege conmigo señor William-hize una muy mala imitacion de un borracho siguiendole el juego, me lanze a reir y escuche su otra pregunta-Un poco-le dije, empezaba a levantarse una pequeña brisa de viento y el hecho de estar recostada en un pista de hielo no ayudaba.

Río, al escucharla.
-Creo que para imitarla, tendré que emborracharte.
La escucho, con el brazo libre la empujo sobre mi y la abrazo.
-Finalmente soy tu colchón ¿Mejor así?

-Mucho mejor-le digo acurrucandome contra el-Un colchon muy suave-le digo pasando mi mano sobre su pecho con una sonrisa.

Tomo su mano y la beso.
-Cero rastro de alcohol. Siguiente.
Río, sin soltarla.
-Tu tendrás que cuidarme cuando me internen con fiebre de 40 grados.

Sintio un cosquilleo ahi donde sus labios se habia posado en su mano-Oh no...lo siento pero creo que a los dos nos internaran-le dije con una sonrisa picara en la cara. Me abraze mas a el.-Aunque si yo me salvo sere una enfermera eficaz-bromee.

Al ver su reacción, froto mis manos contra su espalda.
-Friolenta que eres. Entonces tendré que morir congelado para salvarte.
La abrazo más fuerte, pegándola a mi.
-¿Algún otro deseo, enfermera? Que bien suena eso.

-Oh, muchos deceos pero que no seria apropiado decir en voz alta-le dije con una sonrisa picara mientras reia libremente.-Eres el paciente mas guapo que he tenido-le confese riendo aun mas.

-No quiero escucharlos, créeme. Ya estar contigo, me aterra.
Río, besándole la mejilla.
-¿El más? ¿Qué me dices de los médicos con los que estuviste?
Río con ella.

-Oh no...eran todos horribles-le sigo la broma cuando lo sinto besarme la mejilla, me sonroje algo, un poco que casi no se noto. Me lo quede viendo ahi a tan solo centimetros de mi.

-Eres muy querible. Creo que por tu tamaño. Si te quedas con el pico cerrado, hasta pareces simpática.
Bromeo, sin soltarla.
-¿No serían horribles, porque eran mujeres?
Río, pero me quedo mirándola fijo. Quería cortar la distancia, que nos separaba.

-¡Hey!-lo golpeo suavemente en el hombro-Mis habilidades para hablar son lo mejor que tengo, o solo seria otra chica con el pelo rojo-bromeo con el hasta que lo veo mirandome fijamente-¿Que...que pasa?-le pregunto algo nerviosa.