La Cueva Perdida

-Bien, las estaré vigilando a todas-dije de broma con una sonrisa. En ese momento, me sentía la persona más afortunad a e importante del mundo.

-Seguro que sí-dije con una sonrisa- hombre, está claro que no te superarían a ti, pero...-dije con una sonrisa.

-Sí que lo es- sonreí abrazándome también a él con fuerza..

-Lo mismo digo-dije medioriendo por la voz que había puesto. Subí mis manos con su pelo y jugueteé con él.

-Pues a mi me encanta tu pelo-dije mientras proseguía jugando con él cariñosamente-Sí que tienes pelo pantene-dije con una sonrisa.-Es precioso- seguí.

-Sí, sí que funciona- dije con una sonrisa-Te queda perfecto- sonreí de nuevo.

Reí.
-No hace falta, con tocar el tuyo me basta-dije sonriendo. Bajé mis manosa su mejilla y se la acaricié suavemente, para después darle un beso cariñoso en la mejilla.

-Será...-dije en broma-pero tú me tratas mejor-dije con una sonrisa.

-A mi me encanta que seas así, eres muy dulce- le dije sonriéndole mientras correspondía a su abrazo.- Y a mi me gusta que sean como tú eres conmigo-dije con una sonrisa.

-Pues no eres ningún idiota-le aclaré con una sonrisa- y tampoco dices chorradas, a mi me encanta cómo hablas-dije dulcemente-me río muchísimo, y no son idioteces las que dices, ya me gustaría a mi poder decir todo lo que dices, tienes una especie de don-dije con suavidad- y a mi me encanta.

-De nada, siempre es un placer-dije con una sonrisa-Y además, no cuesta nada- esbocé una gran sonrisa.

-Gracias-dije con una sonrisa mientras me daba besos en la mejilla.-tú sí que eres genial-le dije mientras después le daba yo otro beso en la mejilla le abrazaba nuevamente-me encant abrazarte...-dije.